TRÁNSITO PÚBLICO, PLACER PRIVADO
Registro de celular de performance
45x90 cm
2025
La obra expone las tensiones sociales en torno a la sexualidad, el cuerpo como objeto de deseo, y los prejuicios hacia las prácticas sexuales. Al mismo tiempo, invita a reflexionar sobre cómo en la actualidad se regula/reprime el placer y la expresión del cuerpo. Con un enfoque sociológico y crítico, "Tránsito público, placer privado" confronta las normas y las autoridades, utilizando la incomodidad como herramienta para generar debate sobre el deseo, el consentimiento y los contratos sociales que seguimos habitando. Una obra jugada y provocadora, que pone en jaque las estructuras que nos delimitan.
La propuesta consistió en explorar el doble perfil de la artista como trabajadora sexual y creadora visual, subvirtiendo los roles tradicionales de poder y exposición. Habitualmente, Graciela es remunerada por su trabajo sexual; sin embargo, en esta performance, los roles fueron deliberadamente subvertidos: en lugar de recibir el pago, Graciela contrató a un performer para ejecutar la acción sexual en un ascensor público, evidenciando una inversión intencional de la dinámica habitual.
Esta obra pone de manifiesto su doble labor como creadora y trabajadora sexual, destacando cómo los roles de poder y las normas sociales pueden ser desafiados y reinterpretados en el espacio.

